La temporada del cocido madrileño está en pleno apogeo en La Casa de Cristal.

Un espacio confortable, cálido y luminoso donde podrás degustar esta especialidad gastro en sus diversas formas

¿Conoces todas las formas de comer un buen cocido madrileño? En la Casa de Cristal, lo preparamos en sus más variadas formas, pero fieles a las recetas originales de tan emblemático plato.

En lo que ya es tradición en nuestro restaurante, el Rincón del Cocido presenta las variedades culinarias que giran en torno a esta receta. Las croquetas de cocido, las deliciosas quesadillas de ropa vieja, o el hummus de calabaza y garbanzos del propio puchero, son parte de nuestra carta, que tiene su centro en el clásico cocido madrileño.

Éste lo elaboramos en pucheros individuales de barro siguiendo la tradición familiar. Lo servimos en dos vuelcos: se empieza con la sopa y para ello ponemos los fideos en un plato hondo, junto con el puchero que contiene el caldo con los ingredientes del segundo vuelco.

Seguidamente se sirven los garbanzos, la patata, el chorizo, el morcillo, la gallina, el tocino y el hueso de jamón, que hasta ese momento permanecen atemperados en el propio puchero.

En el centro de la mesa, ambos vuelcos se acompañan de una guarnición de tomate triturado y sazonado con comino, además de las piparras, la cebolleta y el repollo rehogado.

Se recomienda la reserva previa ya que únicamente preparamos 12 cocidos al día. Una comida que hará entrar en calor al comensal durante la época invernal.

«Cocido Madrileño – La Casa de Cristal»

 

En La Casa de Cristal completamos nuestra oferta gastronómica con una carta fiel a la cocina tradicional española renovada, donde se incluyen los postres caseros y una bodega seleccionada. Todo ello en un espacio confortable, cálido y luminoso. Nuestra terraza acristalada y repleta de vegetación hará que el comensal logre evadirse del entorno urbano.

Disponemos de una segunda sala con mesas altas, un espacio idóneo para el picoteo, o una comida informal. Buscamos dar un servicio cuidado al cliente, con una atención esmerada que acompaña al buen producto, en una relación calidad-precio inmejorable.